This Is A Low

Abrazos.

Tarde

Es la esquina del final del recorrido de El Doce.
Si te hubiera dicho adiós unos minutos antes, si no me hubiera empecinado en hacer la exégesis de tus mohínes, si no me hubiera detenido un minutito junto a la reja para ver si acaso sí, si no te hubiera llamado antes por si sí o por si tal vez, si no hubiera buscado ver qué había, si te hubiera dicho adiós unos días antes, si hubiera limpiado el espejo para verme mejor, si hubiera ejercido más fuerte la sonrisa, si cuando hablaste me hubiera dado cuenta de que no debía estar ahí y me hubiera esfumado a morirme en un arenal o a aliviarme en el único mingitorio de un bar, si hubiera reparado en la sequedad, si hubiera dado dos pasos en vez de uno, o tres en vez de menos, si te hubiera dicho adiós dos años antes, tal vez lo hubiera alcanzado.
Es la esquina del final del recorrido de El Doce, y yo no sé si me va a dar la vida para volverme a pie. Le tengo miedo a los perros que me puedan salir al encuentro desde la oscuridad. Es tarde y no me di cuenta.

Cambiemos

"The Times They Are A-Changin'"

Únanse, gente,
De donde quiera que vengan
Y acepten que la ola
Viene creciendo
Y acéptenlo pronto,
Porque se están empapando
Si es que vuestro tiempo
Vale la pena
Comiencen ya mismo a nadar
O se hundirán como piedras
Porque los tiempos ya están cambiando.

Acérquense escritores y críticos
Que profetizan con su pluma
Abran grandes los ojos
Pues no habrá otra oportunidad
No se apresuren a hablar
Puesto que la rueda está girando todavía
Y todavía no se sabe
A qué lado va a apuntar
Porque el que ahora pierde
Ganará mañana,
Porque los tiempos ya están cambiando.

Senadores, diputados, acérquense.
Atiendan el llamado

No se queden en la puerta
No bloqueen el pasillo
Porque el herido
Será muy pronto el obstáculo:
Afuera hay una batalla
Y recrudece
Pronto sacudirá ventanas
Derribará paredes
Porque los tiempos están cambiando.

Vengan, padres y madres
Desde todo el País
Y no se atrevan a criticar
Aquello que no pueden entender
Sus hijos e hijas
Ya no están a sus órdenes
Vuestra reseca senda
Envejece rápidamente
Apártense de los jóvenes
Que no podrán contener
Porque los tiempos están cambiando.

La línea se ha trazado,
El camino está marcado
Y quien ahora va lento
Será prontamente veloz
Lo que sucede ahora
Será pasado muy pronto
El orden
Se esfuma con rapidez
Y quien ahora está primero
En un abrir y cerrar de ojos será último
Porque los tiempos están cambiando.

Cuídennos. Cuídense. Cuídennos, porque somos muchísimo mejores resistiendo: tenemos siglos de práctica.

Abrazos

Marcha

Bronca cuando ríen satisfechos
Al haber comprado sus derechos
Bronca cuando se hacen moralistas
Y entran a correr a los artistas

Bronca cuando a plena luz del día
Scan a pasear su hipocresía
Bronca de la brava, de la mía
Bronca que se puede recitar

Para los que toman lo que es nuestro
Con el guante de disimular
Para el que maneja los piolines
De la marioneta universal

Para el que ha marcado las barajas
Y recibe siempre la mejor
Con el as de espadas nos domina
Y con el de bastos entra a dar y dar y dar

No puedo ver tanta mentira organizada
Sin responder
La voz ronca
De bronca
De bronca

Bronca porque matan con descaro
Pero nunca nada queda claro
Bronca porque roba el asaltante
Pero más te roba el comerciante

Bronca porque está prohibido todo
Hasta lo que haré de cualquier modo
Bronca porque no se paga fianza
Si nos encarcelan la esperanza

Los que mandan tienen a este mundo
Repodrido y dividido en dos
Culpa de su afán de conquistarse
Por la fuerza o por la explotación

Bronca pues entonces cuando quieren
Que me corte el pelo sin razón
Es mejor tener el pelo libre
Que la libertad con fijador

No puedo ver tanto desastre organizado
Sin responder
La voz ronca
De bronca
De bronca

Bronca sin fusiles y sin bombas
Bronca con los dos dedos en V
Bronca que también es esperanza
Marcha de la bronca y de la fé.

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Feliz Día de la Lealtad. Vivan Perón y Evita Capitana.
Viva el pueblo peronista.

Estos días que corren.

La verdad es que todo fue tan extraño, tan extraño.
Todo vuelve como vos decís. Y no puedo dejar de reír, la verdad. Entonces recuerdo

El Caso Lavoisier.
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Gracias a Dios por Azul, Azul. Dios Santo, qué bello Azul. Gracias, gracias a Dios -Insertar aquí crueldad. Gracias por volver a creer -Insertar aquí tristeza y desazón y autocompasión. Gracias por volver a creer - Aquí veneno.

Se levanta Lavoisier a las tres de la mañana porque tiene que preparar aquello con lo que va a empezar a trabajar a las ocho. A las siete está cansada, Lavoisier (Lavoisier es una señorita) y a las nueve está agresiva. Y entonces cierra su sistema y dice mi sistema está cerrado, entonces no hay transferencia bancaria que pueda hacer cambiar lo que tengo ¿Lo ves? Sos una transferencia que no puede cambiar nada. A las once pone las ocho, a las veinte las doce y a las cuarenta y dos las veintitrés, porque no puede perder. Se sube a un carromato cerrado tirado por dos caballos moribundos y va perdiéndose en una niebla de cine que nadie serio podría creerse ni nadie nadie podría creerse en serio.

Yo hago un esfuerzo patético por creer en su niebla, me digo que es así porque lo que pasa es que está cerrado, cerrada, y me duermo. A la mañana siguiente me leo Aliverti mientras escucho Cherry Glazerr, pienso que vamos a ganar y que todo va a estar bastante mejor.

Mi resto con el Despertar.

Te mostré, amor mío, la película. Y ví que te encantó. Si querés te toco el alma, porque todavía puedo. Y lo estoy queriendo, me estoy volviendo canción: Barro, tal vez.
Mi corteza donde el hacha, seguro, golpeará, sos vos, mi amor. Mi vida, mi alma, mi todo. He de fusionar mi resto con tu respiración dormida: Aire, tal vez.

Cuando mañana estés triste, cuando tu sien sea un lamento, cuando sientas que tu carne ya no es nada, por favor, volvéte canción y oí lo bello que sos.

Y recordá que tenés a tu papá, que siempre voy a estar de tu lado, que siempre me vas a tener porque gracias a vos ya no puedo morir. Estoy a tu lado para hacer un poquito más de fuerza, si querés.  Voy a gritar hasta reventar por vos, porque te amo.

Porque pude haberte imaginado, barro tal vez, pero jamás pude haber siquiera sospechado la maravilla que sos.

No puedo más de amor. Me has hecho inmortal, y tengo que seguir tratando de merecerte.

Aquí habrán serpientes

¿Existirá?
¿Habrá o habrá sido un sueño que hubo una ciudad donde las calles se llaman Marina, Gràcia, Gaudí, Armonía, Poesía, Industria?
Cuánto te extraño.
Qué mal hice en darte por mía. Cuánto te quiero.
Aunque me muera entre las ráfagas de un Zonda o atrapado por un Metrobús, voy a morir amándote porque te entiendo. Entiendo tu lenguaje, tu conformación y tu manera de abrazar. Tu equilibrio con el Mediterráneo, tu perfume a flores y a mercado, tu idioma hecho de apócopes. Estoy enamorado de vos, Barcelona, y me hacés falta.
Y me vas a hacer falta siempre y por siempre.

The Way It´s Gonna Be

A decir verdad, bien podrías haber empezado a meterte los mensajitos de texto en lo más recóndito de donde te hubiere la gana desde el primer momento. Porque mi gran error fue no haber hecho los petates en cuanto sonó el Blackberry que fuimos a comprar.
Yo no sé para qué uno se queda. Yo no sé esperando qué. Pero a esta altura del segundo tiempo, con dos goles en contra y un defensor expulsado, yo pido gancho. Pido gancho porque me duele el gemelo, hermana. El que me toque, es un chancho. Pido gancho. Y que tengas suerte. Pero la mejor.
Acá me quedo pidiendo el reintegro del alquiler. Todo bien. Pido gancho. Pido Deus Ex Machina y pido cosas que no se pueden pedir, porque por pedir, que no se quede uno corto. Pero ante todo, pido gancho.
Mozo. La cuenta.

Atado con doble cordel.

Un ángel para tu Soledad (Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota)

Ya sufriste cosas mejores que éstas.
Y vas a andar esta ruta hoy, cuando anochezca.
Tu esqueleto te trajo hasta aquí
Con un cuerpo hambriento, veloz.
Y aquí, gracias a Dios, uno no cree en lo que oye.

Ángel de la Soledad y de la Desolación:
Preso de tu ilusión vas a bailar, a bailar, bailar.

Es tan simple así, no podés elegir.
Claro que no siempre ¿ves? resulta bien.
Atado con doble cordel, el de simular.
No querés mirar, maniatado, querés faulear y arremolinar.

Medís tu acrobacia y saltás.
Tu secreto es: La suerte del principiante no puede fallar.

Alguna vez, quizás, se te va la mano,
Y las llamas en pena invaden tu cuerpo.
Y caés en manos del Ángel de la Soledad,
Y él, gracias a Dios, tampoco cree en lo que oye.

Ángel de la soledad y de la desolación:
Preso de tu ilusión vas a bailar, a bailar, bailar.

Por mis penas, bailá.

Y por tu soledad.

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Bien Boca saludando a su hinchada. Bien Boca cagándose en toda la pelotudez. Bien Orión, bien Vasco, bien todos. 

Hoy te vi, hermosa, con tu camiseta de Boca, volviendo del laburo en la bici. Alguna vez se te habrá ido la mano y las llamas te habrán invadido. Pero el Ángel no cree en lo que oye: Vas a bailar, a bailar, bailar. Por mis penas, bailá. Por mis venas bailá. No podés elegir, y a veces no resulta bien.  Atado con doble cordel, tu esqueleto te trajo hasta aquí, donde uno no cree en lo que oye.
Boca, te adoro desde antes de haber nacido.

Larga vida al Rocanrol.

"City with no children" (Arcade Fire, "The Suburbs")

City with no children

The summer that I broke my arm 
I waited for your letter.
I have no feeling for you now,
Now that I know you better.

(...)

I feel like I've been living in
A city with no children in it.
A garden left for ruin by
And by as I hide inside of my private prison.

Abrazos

Bonita

Qué bonita solías ser.
Qué bello verte caminar y qué suave adivinar ahí estás, ahí casi, aquí casi, casi aquí: tu perfume, cuando no lo podía más que imaginar. Qué suave tu contorno y qué suave incluso la luz sobre tu mejilla y tu voz, qué suave y cálida tu voz. Qué bonitas tus manos y tu boca.
Qué bonito solía mirarte.
Qué bella mirada aquí en mi corazón que te ponía esos pasos bonitos, y qué bonito el latido suspendido porque ahí estás, ahí casi, casi ahí, casi aquí: tu perfume cuando ni siquiera. Qué suave mi mano suavizando tu contorno y qué generosos mis ojos para la luz sobre tu cara y mis oídos para tu voz. Qué bonito toqué tu mano y qué bonito me volví para besarte.
Qué bonita te dejé. Qué bonito sacudí el polvo de un Zonda de tu pelo. Qué suavemente te puse en una cajita de zapatillas, envuelta en qué bonito celofán.
Qué bonita la mañana en que recordé lo bonita que solías ser, mientras sacaba la basura, subía un sólo piso, tomaba un último mate y me iba a trabajar.