Hay una de estas cosas para subir fotos, parece. Una cosa que sacás la foto y la subís e interactuás así, con la foto, a partir de la foto o acerca de la foto, histeriqueás con tu foto, con otras fotos, dialogás con fotos y ven tu foto, y comentan tu foto, y ves fotos y así. Parece.
Parece que hay algo así como un espacio en el que se encuentra la gente con fotos. Gente que tiene o saca fotos: es un Mundo. Hay, parece, un Mundo hecho de fotos en el que vive gente que se saca fotos o a la que le sacan fotos o saca fotos de otra gente, entonces así estás en ese Mundo, parece. Parece que en ese Mundo de fotos todo es muy divertido, sensual, bonito. Crop crop. Aquí estoy. Esto soy. Fotos.
Mostráme algo que no salga en la foto. Crop crop. Llega un momento en el que la imagen no basta. Ojalá. Porque tanta foto me tiene harto, y no hay límites para los megapixeles, para la histeria, para los comentarios y para la vulgaridad.
He aquí una mano. Como si importara.
La imagen y la variedad están muy sobrevaluadas. El diálogo, el pensamiento y la observación se están devaluando en algunos ámbitos...
ReplyDeleteAbrazo
¡Gracias, Laura, por la visita! La imagen puede ser maravillosa. Puede comunicar cosas importantes, puede conmover. Molesta el exceso. Y que la comunicación se vea tan empequeñecida. También (me) molesta esa necesidad de inmediatez, que hace algunas cosas se vuelvan intrascendentes en cuestión de horas.
ReplyDeleteAl hilo de lo que decís, el pensamiento requiere de una cierta decantación. La observación requiere de un poquito de cuidado. Me parece que todas las cosas importantes requieren de un poquito de cuidado. El ansia de inmediatez es altamente destructiva.
Beso!