Ésto ha publicado la amiga Laura Galletita en su querido blog.
http://arteybrujeria.blogspot.com.ar/2012/03/etiquetas-y-codigos-de-convivencia.html
Mi respuesta es muy larga, no cabe en los comments. La dejo aquí:
Hola Laura, hola gentes!
Yo traigo aquí un comentario incómodo. Y es que la situación es bien compleja, razón por la cual las posiciones maniqueas ajustan los zapatos de cualquiera, hasta el punto de impedirte caminar de tanta ampolla que te sale en las patas.
Mi comentario incómodo es acerca de lo que Laura (y no la culpo) llama "megaminería". El prefijo hace suponer que existen cosas tales como la "miniminería" y la "mesominería". No deja de ser una etiqueta. Vamos a ver: Yo me dedico a la hidrogeología, y tengo la suerte de poder estar en ámbitos estrictamente académicos y en otros estrictamente comerciales. Y la suerte, digo, porque escucho todas las campanas.
Hace unos días estuve en Andalgalá, por laburo, y podría comentar por ejemplo que a cuatro mil metros de altura se escuchan campanas muy diáfanas. Hay gente que trabaja en minería, cuyos padres trabajaban en minería y cuyos abuelos hacían tres cuartos de lo mismo. Es gente que si no trabaja en lo único que tenemos estas provincias eternamente miserables, debería irse a ser despreciados en el conurbano bonaerense, cosa que ya sucedía antes de que empezaran los grandes proyectos mineros aquí.
De chiquito me decían en la escuela: "San Juan va a ser próspero cuando se empiece a explotar tal yacimiento". Eran épocas en las que éramos apenitas conocidos por los vinos, el viento Zonda y las crudelísimas cifras de mortalidad del Chagas, que se llevó puesto entre otros a mi viejo a la edad de 38 años, dejando a tres niños huérfanos con una madre de 30 años sumidos en una pobreza que, créanme, les resultaría difícil de imaginar. Corrían los gloriosos '70. La gente pobre laburaba en la cosecha de la uva, familias enteras vendimiando por dos mangos, explotados por los hijos de mil putas de siempre, sin derecho a educación ni vivienda (no digamos ni tan siquiera digna), ni muchísimo menos a salud. Era esclavitud lisa y llana. Hoy nuestros laburantes han aprendido a exigir que se respeten las normas de salud y seguridad en el trabajo. Vengan y vean, por favor.
¿Por qué se apoya a la megaminería y no a las papeleras? Porque las papeleras contaminan mucho, muchísimo más y de manera mucho, muchísimo más directa. Es más: quiero una sola prueba fehaciente, cuantitativa, de que en Alumbrera se usa cianuro. No va a aparecer, porque no se usa.
El año pasado estuve en un congreso sobre comunicación sutentable en minería, donde estaban representados desde Nación hasta Página/12. Daba pena y vergüenza ver que el idiota de Página/12 coincidía con el idiota de TN Ecología. Da pena porque lo que evidencia este tipo de coincidencia entre gente que piensa ta diferente es ni más ni menos que la ignorancia. Pero eso no sería nada, porque nadie está obligado a saber de todo. Pero quien saca chapa de ecologista bien podría tener la decencia de informarse de todas las cuerdas que toca una determinada actividad. Al muchacho de Página le parecía "poca gente" sesenta mil personas trabajando en un proyecto minero. Por supuesto, si la comparás con la cantidad de cabecitas que trabajan en Puerto Madero, debemos andar por ahí. Desde el Obelisco no se vislumbra un sólo guanaco, te lo aseguro.
Lo que he dicho hasta aquí tiene la finalidad de mostrar algún que otro gris. No tengo afán beligerante, pero sí soy muy vehemente cuando me tocan a mi pueblo. Yo quiero minería responsable (la limpia no existe, como no hay curtiembres limpias, ni ingenios azucareros limpios ni papeleras limpias), y trabajo en defensa del medio ambiente midiendo variables que indican si tal o cual proceso se está produciendo, y diseñando sistemas que eviten que tal o cual cosa mala suceda. Y a veces suceden accidentes. A veces se caen aviones. A veces chocan trenes. A veces se caen edificios.
Lo que se debe discutir, me parece, no es el sí o el no a la minería. Lo que se debe discutir es cuánto queda en el país de la papota, cómo se ejecutan bien los planes de cierre y cómo se avanza sobre la diversificación de los recursos para cuando se abandonen los proyectos. Pero ¿no es acaso maniqueo el tener que estar en contra o a favor, máxime cuando se vive junto a esa podredumbre de Riachuelo y no se dice absolutamente nada?
La explotación minera se puede hacer bien. Se está haciendo bastante bien. Se puede mejorar, claro está. Pero por favor, movamos un poquito el foco y miremos qué hay más allá del halo que ilumina Pino Solanas o del que iluminan las corporaciones.
Laura, espero que sepas disculpar si me fui de mambo con la longitud del texto o con alguna explresión. Te aseguro que tengo por este blog el mayor de los cariños y que lo que he dicho aquí tiene afán de construir.
No vayaser que después dejes de escuchar la musiquita que de vez en cuando hago.
Muchos abrazos.
Acá 'toy! :D
ReplyDeleteBueno, si, estaba para que hicieras un post aparte, pero más que nada porque centraste en la megaminería. No sé casi nada sobre este asunto, pero tiendo a pensar en la magnitud que podría alcanzar un accidente si se diera en alguna mina de esas. Si usan o no cianuro no es un asunto importante, porque no es la única sustancia que podría contaminar, para el caso.
De todos modos cuando objeto a quienes están contra las papeleras y a favor de la megaminería, es porque se ve a las claras que lo hacen por la etiqueta. Yo no creo que la mayoría de los defensores sean grandes académicos... es Porque son "del partido". Completos ignorantes que defienden la megaminería (porque de esos también hay) como si supieran del asunto, le fueron con todo a la papelera (a esa sola, ojo!) y les calienta un comino el riachuelo, el matanza, las curtiembres, la soja o cualquier otro asunto que se venga abajo.
Te repito, no sé casi nada, pero conozco gente que sí sabe, que son zoólogos, o geólogos, o químicos industriales (malditos analfabetos informáticos que no saben entrar a un blog a opinar grrrr!) y que están contra ellas. Yo tengo mis momentos, cualquiera me puede convencer de cualquier cosa, porque no soy especialista. Pero lo que señalo en el post es eso: la defensa estúpida de etiquetas que realmente me tiene hasta el moño.
Pino se fue al carajo hace rato, y se convirtió en una carrió con talento cinematográfico jeje. Hasta Zamora, tipo que admiro, se fue al ojete! ¬¬
Jajaja! cómo vas a disculparte, che! ;) para buscar roña están los blogs! ;)
Abrazo!
(te copio esta respuesta en mi blog también)
Gracias, antes que nada, por la historia que compartiste (quiero a veces ser rápida en responder, y termino siendo una bestia!, perdón) muy cruel lo que les tocó vivir, especialmente a tu madre, solita con sus hijos :(
ReplyDeleteMuchas veces nuestras opiniones vienen de panzas llenas, y es muy bueno que nos bajen de un hondazo cuando volamos por las nubes de úbeda sin mirar a la gente de a pie
Claro que es muy difícil despojarse de etiquetas... de esos códigos de convivencia que hacen que uno, a pesar de pensar diferente a nuestros conocidos queridos, no lo diga en voz alta, por pensar que por eso se rompería algo... miedo de ser diferentes a los que nos queremos parecer, miedo a que dejen de querernos... qué sé yo!
De eso se agarran los manipuladores, te acorralan y te dicen "pero vos no te estarás acercando a tal?", o te meten etiquetas de las que uno automáticamente se defiende "sos un trosko!" "Le hacés el juego a la derecha!" y así... Los orgánicos.
Hacer esa "limpieza" interior imagino que debe ser el trabajo de una vida entera
Gracias otra vez ;)
Abrazo!