Cuentitos y musiquita. Who cares?

No se pierden nada

Friday, October 19, 2012

Soledad


Qué triste, electrocutarse.
Hoy ni siquiera te vi. Y hoy ni siquiera te vi a vos tampoco. Y hoy te vi a vos, y fue lindo verte (en tu idioma medio estúpido me largaste una buena), y vos te hiciste la nena y estuvo dulce, dulce.
Se murió uno. De cirrosis, se murió. Criaba pescaditos y una novia lo dejó muy mal y después se quedó viviendo con su madre y no pudo más de tristeza y se suicidó durante veinte años. Yo estaba bien hasta que vino éste y me contó: “Se murió uno. Solo como un perro, se murió. No dijo nada, ni a la madre ni a la hermana. Lo encontraron medio muerto, con la panza tan hinchada que le llegaba hasta las rodillas.” Mevoy mesperan mevoy, dije y volví a tratar de hacerte reír para poder mirar tus dientecitos blancos, tu boquita roja, tus ojitos brillantes. Y te reíste, mientras uno que se murió ocupaba menos lugar. Mordéme. Salváme de la cirrosis con tus dientecitos blancos. Besáme como los pescaditos besan, dame otra soledad.
Depeche Mode, vos también. Puedo morirme esta noche y sería digna muerte si no fuera que, descalzo, agarro el ventilador. Se paga por cada error.
Qué triste, electrocutarse.

No comments:

Post a Comment