Es que hay gente que tiene el músculo cardíaco a prueba de todo. Charla con taxista septuagenario, camino a Aeroparque, comienzos de otra primavera.
"Lo peor, ¿sabe qué es? Es que no son argentinos. El 80% son peruanos, bolivianos... Cosas así."
Aparte de que maneja el auto, maneja índices poblacionales de la Villa 31. Admirable. Y admirable la resistencia de ese corazón. ¿Será el odio? ¿Será que Dios los cuida? Digo esto porque este abuelito con pinta de viejito bueno y regordete, hablaba de estas cosas como sí estuviera al borde del infarto de miocardio final.
Viejito bueno: Illia. Ese presidente constitucional que, no obstante haber avalado unas elecciones con el peronismo proscripto, no obstante no haber tenido la decencia de negarse a participar de ese acto eleccionario, ha pasado a la Historia como un demócrata. Como un viejito bueno y honesto.
Viejito bueno: De la Rúa, que ahora está en entredicho por instigar coimas y no por su responsabilidad en los asesinatos de la represión de 2001.
Para prevenir el infarto, no tome aspirina: Odie. Odie a los extranjeros según de dónde vengan. Odie a los negros, odie a los peronistas. Vivirá muchos años, rodeado de nietos que tal vez hereden su odio y vivan mucho y engorden como usted. Dios se acuerda de los suyos. Posta.
Abrazos
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