¿Por qué razón pasa a la historia como un prócer un señor que avala fusilamientos de obreros? ¿Por qué motivo no es un genocida sino el fundador de un Movimiento Nacional, cuando no ha hecho nada más que administrar el régimen liberal?
"...como era habitual, tratándose de esta clase de asuntos, aparecieron algunos diputados que so pretexto de tomar la defensa de los empleados y obreros de los ferrocarriles, propusieron tales ventajas a favor de esos trabajadores, que excedían a toda posibilidad financiera..."
¿Por qué motivo el que pronuncia tales palabras no se llama Anchorena ni Mitre ni Roca, sino Nicolás Repetto, y pasa por Socialista?
¿Por qué razón, motivo o circunstancia no hay una fiesta en las calles por la recuperación de YPF?
¿Qué dice Solanas? ¿Por qué cuando se hace justicia se pregunta "¿Por qué ahora?", en un alarde de histeria que avergonzaría a la Gata Flora? ¿Qué es de la vida de Stolbizer? ¿Qué libros anda vendiendo Zamora?
¿Por qué me quema en la boca la frase "Cipayos de mierda"? ¿Por qué el afán de andar a contramano?
Me anda pareciendo que nos van a abandonar más de cien. Me anda pareciendo que hay mucho comodón que es incapaz de terminar aquello que empieza. Terminar lo que se empieza, hasta la última consecuencia, requiere de un valor que uno no sabe si tiene. Yo no sé si tengo, y estoy muerto de miedo. Pero me parece que voy a saltar. Es un salto al vacío que aparentemente sólo pueden dar aquellos que nacieron en pelotas en una cuna llovida.
Salve, mi valle. Salve, mi canal y los adobes de mi casa. Puedo volver ahí cuando sea menester. Puedo volver al acto relámpago que hoy me asombra y me enorgullece. Puedo volver a la tumba de mi Viejo, para abrazarlo y llamarlo "Compañero". No me asusta una mierda de vinchuca. El Tambolar es más alto que el Obelisco. ¡Qué dulzura, cada pequeña Victoria!
http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Soto
Cuentitos y musiquita. Who cares?
No se pierden nada
Saturday, April 28, 2012
Tuesday, April 10, 2012
A Contramano ("La Patagonia Rebelde" - H. Olivera - 1974)
Tengo dos libros de Norberto Galasso. "Historia de la Argentina", se llaman. Uno y Dos. Son, quieren ser, un segundo intento de fundación. Voy a morirme en el intento, si es necesario.
Leyendo la Historia y yéndome por las ramas cuando puedo, me he encontrado con textos conmovedores y, por suerte, con la película de Olivera. Omitiré detalles relacionados con militancias que no son mías. Sólo diré que estoy cada vez más orgulloso de la militancia de mi Papá.
Sólo diré ésto:
"La Patagonia rebelde o la Patagonia trágica es el nombre que recibió la lucha protagonizada por los trabajadores anarcosindicalistas en rebelión de la provincia de Santa Cruz, en la Patagonia argentina, entre 1920 y 1921. Comenzó como una huelga contra la explotación de los patrones (de mayoría inglesa), luego reprimida por el ejército al mando del teniente Héctor Benigno Varela, enviado por el entonces presidente Hipólito Yrigoyen. A su término, 1.500 obreros habían sido fusilados."
Omitiré también mi opinión acerca del Socialismo argentino. Omitiré (y me cuesta) mi opinión acerca de la pertinaz ceguera de quienes ignoran a quiénes representan. Diré solamente que hay que leer la Historia y tratar de desentrañar la Historia para acercarse a comprender, un poquito, de qué va la película que vivimos.
"La Patagonia Rebelde" cuenta la historia de las huelgas y ulteriores fusilamientos de los cuales fueron culpables la Sociedad Rural y el gobierno de un prócer. Con guión de Osvaldo Bayer, con la fotografía cruda de Víctor Hugo Caula (todos de pie), y las actuaciones de Pepe Soriano, Héctor Alterio, Federico Luppi y decenas de nombres que hace sonar -todavía- campanitas en la memoria, la película conmueve a quien quiera oír y quiera ver.
Diré que me dejaron entrar al cine con once años. Diré que después vino el terremoto y que después vinieron cosas peores. Diré que un joven militante peronista llamado Néstor Kirchner aparece en la película como extra. Diré que la vida es redondita: El niño que vio al extra estuvo en el velorio del extra. Diré que el niño era feliz a fuerza de ganas y que el adulto de la ceremonia final era feliz porque pensaba habérselo ganado.
Diré que los juguetes de los chicos pobres suelen durar poco, pero diré también que a veces, a veces, el cine posibilita revivir cosas. Cosas. Por un ratito.
Si consiguen la película (puede verse en Youtube por partes), si la ven, imaginen por un ratito que están en un cine al aire libre. Que están por ocurrir una muerte, un golpe de Estado y un terremoto, pero que son felices porque ignoran el infierno que se viene.
Y conscientes de esa ignorancia, vean la lucha de los obreros patagónicos y vean quiénes son quiénes.
Y, sobre todo, crean en lo único que hay: Uno.
Abrazos.
Leyendo la Historia y yéndome por las ramas cuando puedo, me he encontrado con textos conmovedores y, por suerte, con la película de Olivera. Omitiré detalles relacionados con militancias que no son mías. Sólo diré que estoy cada vez más orgulloso de la militancia de mi Papá.
Sólo diré ésto:
"La Patagonia rebelde o la Patagonia trágica es el nombre que recibió la lucha protagonizada por los trabajadores anarcosindicalistas en rebelión de la provincia de Santa Cruz, en la Patagonia argentina, entre 1920 y 1921. Comenzó como una huelga contra la explotación de los patrones (de mayoría inglesa), luego reprimida por el ejército al mando del teniente Héctor Benigno Varela, enviado por el entonces presidente Hipólito Yrigoyen. A su término, 1.500 obreros habían sido fusilados."
Omitiré también mi opinión acerca del Socialismo argentino. Omitiré (y me cuesta) mi opinión acerca de la pertinaz ceguera de quienes ignoran a quiénes representan. Diré solamente que hay que leer la Historia y tratar de desentrañar la Historia para acercarse a comprender, un poquito, de qué va la película que vivimos.
"La Patagonia Rebelde" cuenta la historia de las huelgas y ulteriores fusilamientos de los cuales fueron culpables la Sociedad Rural y el gobierno de un prócer. Con guión de Osvaldo Bayer, con la fotografía cruda de Víctor Hugo Caula (todos de pie), y las actuaciones de Pepe Soriano, Héctor Alterio, Federico Luppi y decenas de nombres que hace sonar -todavía- campanitas en la memoria, la película conmueve a quien quiera oír y quiera ver.
Diré que me dejaron entrar al cine con once años. Diré que después vino el terremoto y que después vinieron cosas peores. Diré que un joven militante peronista llamado Néstor Kirchner aparece en la película como extra. Diré que la vida es redondita: El niño que vio al extra estuvo en el velorio del extra. Diré que el niño era feliz a fuerza de ganas y que el adulto de la ceremonia final era feliz porque pensaba habérselo ganado.
Diré que los juguetes de los chicos pobres suelen durar poco, pero diré también que a veces, a veces, el cine posibilita revivir cosas. Cosas. Por un ratito.
Si consiguen la película (puede verse en Youtube por partes), si la ven, imaginen por un ratito que están en un cine al aire libre. Que están por ocurrir una muerte, un golpe de Estado y un terremoto, pero que son felices porque ignoran el infierno que se viene.
Y conscientes de esa ignorancia, vean la lucha de los obreros patagónicos y vean quiénes son quiénes.
Y, sobre todo, crean en lo único que hay: Uno.
Abrazos.
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