Los Dinosaurios

Íbamos a escribir sobre el odio militante de Evita y de cómo el odio hacia ella perdura sesenta y dos años después de que el cáncer se la llevara, como algunos querían. Y ¿sabés qué?

"No puede haber amor donde hay explotadores y explotados. No puede haber amor donde hay oligarquías dominantes llenas de privilegios y pueblos desposeídos y miserables. Porque nunca los explotadores pudieron ser ni sentirse hermanos de sus explotados [...] El día del Amor y de la Paz llegará cuando la Justicia barra de la faz de la tierra a los explotadores y privilegiados."

Quien quiera oír, que oiga. 

El chiste del Dinosaurio era así. Había una calle que se llamaba Larrea. El chiste: "A la calle le dicen La Rea. Pero se llama Eva Perón". 

Cuando la Justicia barra de la faz de la tierra. 

Hoy un hijo de puta mató a una niña de quince años llamada Sabina Olmos, que estaba en el colegio. No puede haber amor. 

Sesenta hijos de puta le reventaron la cabeza a patadas a David Moreyra, presunto ladrón de una cartera.  No puede haber amor. 

Ochocientos efectivos de la Metropolitana y de Gendarmería desalojaron con violencia asesina la Villa Papa Francisco. No puede haber amor.

Y así, y así.

Mirá: Te odio. Me quedé callado porque soy infinitamente más gente, pero te odio. Te odio de manera militante y te odio en respuesta a tu odio, más viejo que el mío, porque odiás a mi árbol genealógico completo. Entonces, te odio. Y no te deseo cáncer, ni bombas, ni topadoras, ni bala perdida ni que te revienten la cabeza a patadas sesenta villeros. No puede haber amor.

Que la Justicia, Dinosaurio, te borre de la faz de la tierra.

 

Que te la dé otro

Esto pasa y esto queda.
¿Querés cobrar? Acá está la ventanilla, Papi. ¿El juez buitre dice que no podés cobrar? Acá tenés, acá cobrás.
¿No querés cobrar? ¿No te gusta que te pague como puedo pagarte? ¿No te gusta esta manera de hacer las cosas? ¿No te gusta este billete? ¿No te gusta que los más pobres cobren una asignación y que no queramos renunciar a eso? ¿Querés pagar el cien por ciento de lo que un juez senil y penicorto te dice que tenés que pagar? ¿Querés la privatización de todos y todas? ¿Querés seguir teniendo compañías telefónicas privadas que funcionan como el orto? ¿Querés cambiar esta dictadura porque te sentís rehén de la inseguridad? ¿Querés que se reconozca todo lo que está mal sin especificar qué es lo que está mal porque te da vergüenza? ¿Querés quitarme otra vez los trenes? ¿Querés sentirte seguro cagando a patadas a otro pibe chorro? ¿Querés irte más a la derecha? ¿Querés irte más a la izquierda? ¿Querés golpear por izquierda? ¿Querés golpear por derecha?

Si querés todo eso, parte de eso, un poco de eso, te aviso: La alternativa no está acá. No voy a darte una puta respuesta. La alternativa estará en otro lado, y la tenés que buscar vos. Te la tiene que dar otro que no sé qué nombre tiene: Buscálo y que te la dé. Buscá a alguien que te la dé.

Que te la den bien dada, que disfruten de dártela y que disfrutes mientras te la dan. Que te la den por mucho tiempo. No sabés las ganas que tengo de que te la den. Que te la den y que estés contento porque te la dan. Que te la den. Me encantaría que te la dieran. Deseo que te la den. Así como vos estás deseoso de que te la den. Que te la den y que goces mucho, muchísimo mientras te la dan. Que te la den a vos, a tus hijos y a los hijos de tus hijos, si es eso lo que desean. Que a todos los que la desean, se la den.

Abrazos

Días de abrazo y buitres

Tengo ganas de esta vez yo qué barbaridad qué barbaridad qué injusticia. Muchas veces. 

Otras veces digo, qué tanto, si es el lado que al fin y al cabo elegimos, etcétera. Elegir. Al lado de Estela está la sonrisa. Estela es tan, tan hermosa. Tan hermosa.

Qué barbaridad qué barbaridad: El entramado se teje de colores varios como un escocés, que parecen cuadritos y te acercás y hay hilitos de colores, y son muchos colores, qué barbaridad. Suba por aquí que se cierran las puertas. Hay un chofer y el chofer es el Diablo. Son muchos vagones, son muchos vagones de muchos colores, qué barbaridad, y en cada vagón hay una pantalla que dice dónde vamos y gracias por habernos elegido. Pero la verdad es que el chofer, qué barbaridad, es el Diablo. El Diablo tiene un horrible pantalón de turista yanki, a cuadros de colores, que si te acercás son muchos, como el escocés.

Estela es tan hermosa. Tantos son los colores de la trama. El chofer es el Diablo. Qué barbaridad. No queda otra que volverles a ganar.

Abrazos.