Cuentitos y musiquita. Who cares?

No se pierden nada

Saturday, January 25, 2014

Ahí tenés tu devaluación, hijo de puta.

Ahí está, hijos de mil putas. ¿Lo querés? Lo tenés.
Me voy a tomar, por ese precio, la libertad de mandarlos a todos a la reputísima madre que los remil parió.

Váyanse a la mierda, Socialistas, Horrendos CineastasConchudos Intachables: métanse la matriz productiva en su intachable culo y háganse un fracking a ver si se enteran de qué se trata. Y ya puestos, váyase a la concha de su madre toda la puta izquierda del trotskista, marxista, leninista, castrista, stalinista, illyakuriakista: golpista, pajera, imbécil, burguesa, adolscente y desestabilizadora del orto, incapaz de ganar una puta elección decente y llorando por la novia perdida. Andáte a la reputísima madre que te remil parió, Obrero, que hablás del colapso y del espacio de debate. Debatíme ésta, la concha de tu madre.  Basura golpista, sorete de mierda, alternativa del orto ¿Para quién laburás, hijo de una gran puta?  ¿Me querés hacer creer que no sé para quién jugás, hijo de puta, después de tantos años de política? ¿Te creés que soy pelotudo, la concha de tu puta madre? ¿Te creés que mis viejos me hicieron militante a los seis años para que no distintinguiera entre un buen discurso y una payasada como la tuya, sorete de cuarta? Váyanse a la reputa madre que los parió, concha de su madre, que laburan para sí mismos y para cuatro pelotudos. Prefiero a un milico antes que a ustedes, hijos de puta, porque al menos sé que me quieren clavar y por dónde.

Váyanse a la mierda todos los aspirantes a ricos y los aspirante a pobres. Burgués culto de mierda, para quien "Peronista" es un insulto y que te acordás por feisbuc de cuándo se murió Perón. Fumámela, sorete, burgués renegado. Sos la peor de las mierdas, porque jamás de los jamases vas a saber qué es ser descastado, despreciado, negro, cabeza, peronista, no porque no puedas sino porque sos un egocéntrico de mierda. Mierda y palos para vos, basura: disfrutá de tu devaluación, sorete hijo de puta pagado de vos mismo y vestido de feria americana. Váyanse a la puta concha de su puta madre, falsos de mierda que lloran por no poder comprar cien dólares, mil dólares, diez mil dólares o cien mil dólares para irse de vacaciones a Miami, para presumir de iPhone o para comprar un departamento en Villa Cajeta. Gente de mierda para quienes el banana daikiri es sinónimo de glamour, y que son la fuerza de choque de los que con tres millones y medio tuercen el destino del país. Que les aproveche, y ojalá que revienten y que pueda verlos reventar.

Váyanse a la reputísima madre que los parió todos los ágrafos del orto que aportan a Greenpeace cinco dólares de la tarjeta de crédito para protegerme los glaciares, atacar plataformas petroleras en rusia y luchar contra los transgénicos. Hijos de una gran puta a quienes no les chispean las neuronas para darse cuenta de que ese tipo de militancia ambientalista es solo importante para poner palos en la rueda el desarrollo del tercer mundo, mientras que en el Norte queman combustibles fósiles como si fueran fuegos artificiales el cuatro de julio y se cagan en el protocolo de Kyoto. Ojalá se pudran en una prisión siberiana por imbéciles y por hijos de puta. Y principalmente los soretes que se hacen los sabedores y que hablan de lo que no saben. Sos CEO de una multinacional y dirigís un negocio, la reputísima madre que te remil parió. Al menos tené la dignidad de reconocerlo, la concha de tu madre.

Que se vayan a la puta madre que los remil parió todos los sojeros, todos los mercaderes, todos los financistas, todos los criadores de vacas, los tamberos, los viñateros, los bodegueros, los aceiteros, manga de obesos de mierda cuya fealdad refleja la de sus almas, retratos de Dorian Gray vivientes, ojalá se pudran. Háganse una enema con las 4x4, métanse los tractores en el recto y empújenlos con los conchudos golpistas de Grondona y Biolcatti. Hijos de puta avaros de mierda, ojalá se les ponga verde dólar el minúsculo pene de tanto no darle uso más que con gatos caros, igual de bulímicos que sus conchudas mujeres, vulgares prostitutas lo mismo que ustedes.

Que se vayan a la concha de su madre los sindicalistas golpistas, los periodistas que quieren tomarme por pelotudo poniendo cara de que saben cosas que yo ignoro, váyanse a la puta madre que los reparió mis amigos que festejan como un triunfo propio el triunfo de una medida que satisface los intereses de cuatro gordos a quienes les deseo un buen cáncer en las pelotas.

Váyanse a la puta madre que los parió todos los tibios con los que alguna vez supe contar, que se les entibien las gónadas así pueden usarlas en sus actividades masturbatorias. Váyanse a la reputísima madre que los parió, porque tienen donde caerse muertos, hijos de puta, y no tienen ni un cachito de solidaridad ni de dignidad ni de memoria, y jamás juegan el partido que deben jugar de tanto pajearse frente al espejo. Dejen de mentarme a Keynes cuando se quieren solo a ustedes mismos. Váyanse a la mierda y revuélquense allá: No quiero su compañía, prefiero quedarme al costado del camino y tener la esperanza de verlos pasar vomitando sus hígados.

Y váyase a la mierda todo este mundo, que debería haber volado en mil pedazos en 1946, y debería haber quedado al mando de cuatro cucarachas, que son mucho mejor gente que todos los puteados acá y todos los que no puteo porque me dan incluso más asco.


Sunday, January 19, 2014

That time

Saco una manito, la hago bailar. La cierro, la abro, la vuelvo a guardar.
Todo pegoteado, al final. Pero tu boca y el momento. El instante, ¿hasta cuando?

Siete años: "Un día ya no voy a tenerle miedo a nada".
Cuando al fin puedo escucharte decir "Sí. Así, sí", cumplo ocho añitos.

Ojalá llegue a los nueve y, mejor, a los noventa si es así. Hasta los noventa y nueve, y que nada me muerda si no sos vos, porque no aguantaría. Porque todavía no se me pasa el miedo, salvo cuando Sí, Así Sí. Salvo cuando se hace de noche y has subido la escalera muerta de calor y me muero de hambre y no dejo de mirarte y de confiar en la noche. Porque la noche todavía. Porque tengo hambre todavía y todavía puedo procurarme alimento aún a costa de vivir poniendo en duda si es justo tanto sostener.

Tuesday, January 14, 2014

Chau, Juan

"Pero yo no sentí nada. Ni odio, ni alegría ni nada. Y me pregunté por qué, y eso me llevó a escribir."

(Juan Gelman, 1930-Hoy)

Friday, January 10, 2014

"Romeo Is Bleeding"

Gary Oldman, la absolutamente preciosa Lena Olin, Annabella Sciorra ("Jungle Fever") y James Cromwell protagonizan este oscuro y retorcido film. . . Oops! Era para otro blog.
Julieta: los corazones que andarás destrozando por ahí. Una campaña que avergonzaría a Atila, porque en Granada el pasto ya no crece más, en Hyde Park las ardillas no se atreven a asomarse, en Colonia nadie se hurga entre los dientes y los ovnis no se atreven con las sierras cordobesas. El Mediterráneo sigue esforzándose por reflejar la Luna y en Gràcia ya no crecen flores en los balcones.
Balcones.
¿Qué no podrás? ¿Qué te será imposible? ¿Quién podría no rendirse? ¿Dónde va la gente cuando llueve? ¿Cómo fue aquello de Circe? ¿Qué salió ganando Medea? ¿Cuánto pesa el alma de Lanata? ¿A cómo tiene la sandía?
Resucitará buscando la luz, qué tanto joder.

Sunday, January 5, 2014

The Crystal Ship

¿Y qué tal, hermanita, si hubieras pintado donde realmente dolía? Debíamos llegar hasta aquí, a este lugar donde solamente la caída es posible: ¡Oh, soberbia criatura que te vistes de usado porque eso es lo que se usa! If I could be what you wanted, pero no sabía. Todos unidos triunfaremos.

Hemos fallado y con estrépito. Tanto que no es posible sino hacer la revolución ultrafonteras, a la manera de Guevara de la Serna. Porque Zamora sigue funcionando a cassette y pide plebiscitar como si fuera un imbécil y no viera de antemano el resultado inevitable del plebiscito. Será que le gusta estar peleándose, y la verdad que un poco lo entiendo. Porque es el caso que adónde vamos a ir a parar con la matriz productiva y con Monsanto: Ea, hermano: plebiscita tú, plebiscite él. Y plebiscitemos todo, deliberemos y gobernemos en un interminable vaivén masturbatorio hasta que, cortadas de cansancio las cadenas de la hamaca, acabemos tal vez cayendo de culo más hacia la izquierda. Olvidemos que se construye desde el Poder como Podemos, porque no deliberamos ni gobernamos sino a través de nuestros representantes.

Hemos fallado, vida mía, porque no podemos mirar que se puede no creer en prácticamente nada, pero que no hay nada más necesario que creer en el Enemigo, porque el Enemigo cree sólo en nosotros, solamente en nosotros, y sólo con nosotros sueña. No con nuestra resiliencia, no con nuestra felicidad, no con nuestra intranquilidad. Sueña con nuestro exterminio, y eso expresa con mucha claridad. ¿Para quién trabajás, hermanita? ¿Para quién trabaja el precitado? ¿Quién sale ganando, oh, muchacha que atacas plataformas rusas y no al país que más combustibles fósiles quema y sigue y sigue quemando? Al otro discurso lo conocemos y no nos extraña ¿Pero el tuyo?

Hemos fallado, mi amor. Porque en el estéreo por derecha gritan revolución revolución revolución y por izquierda gritan tres cuartos de lo mismo, a la vez que en el subwoofer resuenan los corchos, el autoacuartelamiento, la misa del gallo y un qué calor, governo ladro. Hemos fallado hasta tal punto que cien años vienen a gritarnos que así no, que ni con éstos ni con aquéllos es posible construir nada que dure más que un pedo en una canasta, porque les resulta imposible el peso de un mísero equilibrio de mierda.

Rompélo. Por favor, rompélo todo. Destrocen todo y especielmente revienten cráneos a pedradas, atomicen cerebros, lleguen a las neuronas y practiquen transgénesis con el gen de la histeria, de manera que quienes resulten de la operación sean capaces de cuidar aquello que quieren. La transgénesis, que es tan intrínsecamente mala como la penicilina, la radioterapia, la televisión, Internet y el teléfono celular.

Porque así no, porque aquí no. No en este mundo, no aquí. Dame la manito y subamos a la Nave y dame otro beso. Quisiera otro beso y un largo, largo silencio.